Las fiestas de Navidad son, para una parte importante de la humanidad, el momento para celebrar con la familia y los amigos. La iluminación especial de las calles y plazas, el ambiente festivo, el reencuentro con esas personas que hemos tenido un poco olvidadas durante el año, el afán con el que los más pequeños cuentan los días para que lleguen los regalos, todo incita a un bienestar especial.
Algunos gruñones no participan de esta alegría generalizada, pero sólo podemos decir que peor para ellos. Además, las Navidades es el momento de juntarse con los seres queridos alrededor de una buena mesa, una mesa especial, mejor surtida que la de un domingo cualquiera.
Es cierto que esta idea general varía mucho de un país a otro por muchas y diferentes razones. Pero siempre hay algo que comparten todas las celebraciones navideñas: con la alegría se come y se bebe lo mejor que haya disponible. Hagamos un pequeño viaje alrededor del mundo para conocer las tradiciones gastronómicas navideñas de otros países.
Rusia
Los rusos son un pueblo religioso y sentimental y en Navidad están en su salsa. Además su santo patrón es san Nicolás, el santo que dio origen a la figura de Santa Claus, por lo que todo confluye a una celebración con altas dosis de emoción, ternura y diversión. La cena de Navidad es festiva y alegre, pero se caracteriza por no tener carne. Un Faustino rosado o un Campillo blanco con presencia en mercado ruso es una buena opción.
Un plato característico es la kutya, una especie de pudin de diferentes granos y frutos secos. Realmente sólo se come en estas fechas y es uno de los elementos fundamentales de la Cena de los Doce Platos con la que se recuerda a los doce apóstoles. Ésta tradición no es sólo rusa ya que se encuentra también en Polonia, los Países Bálticos, Ucrania, etc.
México
Con unas temperaturas más agradables que en otros países, las Navidades mexicanas tienen ese punto exótico de ver a Papá Noel junto a los bañistas en el Caribe. Pero ello no implica que no se celebre la Navidad por todo lo alto, con menos frío y con más sentimiento. Una comida de Navidad bien mexicana puede suponer un plato de bacalao pero lo que de verdad se impone es el pavo.
O, hablando con propiedad, el guajolote, que es el pavo original domesticado en estas tierras y desde donde se dio a conocer al resto del mundo. Y tampoco pueden faltar los romeritos, un platillo hecho con esta hierba (con la que se prepara un mole, una salsa), nopales, camarones y papas. Unas botellas de Portia pueden ser un buen acompañante.
Francia.
Más allá de la Fete de Saint Nicholas, la Fiesta de San Nicolás que da inicio a las fiestas, los días finales del año son propicios al ambiente navideño. Si hablar de Francia es hablar siempre de buena mesa, en Navidad se preocupan todavía más porque sentarse a comer sea una verdadera maravilla.
En una comida navideña típica no puede faltar un buen foie gras, que sirve de entrante o incluso de primer plato. Para platos fuertes tienden a fijarse en las aves, como el pavo o faisán, o en carnes sustanciosas tipo venado y jabalí, que por algo son de la misma tierra que Obélix. No suele faltar un aderezo de salsa de arándanos.
Alemania
Alemania vive sus Navidades con alegría, temperaturas frescas y glühwein, vino caliente en los mercadillos. En los Alpes seguro que tienen esa blanca Navidad que es tan típica en las imágenes de los christmas pero que luego apenas vemos en nuestras latitudes. Los alemanes son muy proclives a los dulces, con panes dulces, galletitas dulces, aguardientes dulces y cosas así. En la mesa hay algunas diferencias entre un extremo y otro del país. En el sur se impone un buen ganso asado con manzanas y una especie de albóndiga de patata. En el norte son más de platos de caza o asado con patatas cocidas. Los blancos del grupo Faustino son muy bien recibido en muchas mesas.
Italia
En Italia la Navidad es cosa seria. Además, ya se sabe, en Italia la comida es tema de Estado. Las comidas en las fiestas navideñas, amigos, en Italia son cosa muy seria. Hay detalles que no pueden faltar y aunque éste es un país muy diverso a pesar de su tamaño relativamente discreto hay aspectos generales que son comunes.
Por ejemplo, en la cena de nochebuena prima necesariamente el pescado sobre la carne. El capitone, la anguila, sigue siendo uno de los platos estrella. Desde hace décadas, el capón ocupa gran parte del protagonismo. Si se toma pasta, será con marisco o pescado. La carne es para el día de Navidad. Los dulces, y que se lo pregunten a los niños (y a los no tan niños) son para todo momento y ocasión. El Pandoro y el Pannetone aparecen siempre.
