MARIDAJES DE PELÍCULA

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MARIDAJES DE PELÍCULA

Cada sorbo mantiene la emoción

 

El vino y el cine, ¡qué grandes compañeros! Y es que el vino puede ser protagonista, hilo argumental, personaje secundario o dotar de carácter a cualquier ejercicio actoral, y si no, que se lo digan a los creadores de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci). Son muchas las películas que tienen el mundo del vino como telón de fondo, y de ellas hemos hablado largo y tendido. Pero lo más justo sería volver a dar un pequeño repaso por algunas de las grandes películas que nos han dejado frases memorables (y un buen vino) para impresionar al cinéfilo del año.

 

EL SILENCIO DE LOS CORDEROS

No serán muchos los que no hayan visto una película tan majestuosa como El Silencio de los Corderos, y seguro, que todo aquel que no haya apartado su mirada ni un solo segundo de esta obra, aún tiene grabada en la retina la imagen de Hannibal Lecter mirando con esos ojos tan fríos como cuchillos de acero.

Debido a la temática, resulta difícil recordar una escena en la que el vino tuviera protagonismo…  ¿O quizá sí? Sabiendo que el señor Lecter era un sibarita y un gourmet en lo que a paladar se refiere, su maridaje perfecto para sus comilonas siempre era un Chianti de la Toscana. ¿Será verdad que el solomillo humano combina bien con este vino? Mejor no probarlo.

LA PRINCESA PROMETIDA

Esta película es un diamante en bruto no solo por el entrañable Íñigo de Montoya, ni por la música de Mark Knopfler, sino por el ingenio de sus diálogos, igual de efectivos para infantes que para adultos.

Entre todas las aventuras del pirata Roberts, una de las más legendarias es su duelo a brindis con el malvado Vizzini. Este personaje, conocido por su ingenio a la hora de engañar, intenta darle una lección a Roberts, y ambos se  someten a un juego de seducción con dos copas de vino y ver quien de los dos se toma la que está envenenada. Independientemente del desenlace (que no desvelaremos) la escena es una de las míticas de esta película de culto.

THE MUPPET SHOW

Ver beber una copa de vino a la rana Gustavo no tiene precio, y si su acompañante es la cerda Piggy, el deleite es mucho mayor. 

En la película vemos a un sumiller de lujo, Steve Martin, que se dispone a servirles un vino a Gustavo y Piggy en un restaurante de postín. Cuando Gustavo se dispone a catarlo, Piggy le recomienda, con su elegante furia contenida, que mejor que sea el sumiller quien les dé su opinión… “Una elección fantástica» le contesta Martin a la coqueta y juguetona cerdita.  Terrible experiencia. 

CASABLANCA

Todo un clásico, por no decir el clásico por excelencia, y con los diálogos más repetidos a lo largo de la historia. Al inefable «siempre nos quedará París» o a la recurrente «éste es el comienzo de una gran amistad» añadimos nuestra favorita, como buenos amantes del vino que somos. 

Nos ponemos en situación, nuestra mente recrea aquella escena en la que Bogart y Bergman toman café en París (un flashback), y después, la historia vuelve al presente y Bogart, resignado, le comenta que deberían terminarse esa botella y otras tres… «antes regar el jardín con champán que dejar que se lo beban los nazis”. Si cambiamos la palabra ‘nazis’ por ‘coronavirus’, estos días se convierten en un momento perfecto para abrir cada una de las botellas de vino que forman la bodega que tenemos en casa.

JAMES BOND Y EL DOCTOR NO

Por todos es sabido que la bebida favorita del Agente 007 es un Dry Martini,  pero eso no quiere decir que su paladar no quede deleitado ante el sabor del buen vino y el champán.

Su archienemigo, haciendo alarde de su cultura enológica cuando Bond le va a atacar con una botella de Bollinger como si fuese un arma arrojadiza, le sugiere que no lo haga ya que es un Bollinger del 55, y que, personalmente, prefiere el del 53. ¡Qué elegancia y maldad británica!

Por | 2020-04-01T15:19:41+00:00 abril 1st, 2020|Categorías: Mundo Vino|Etiquetas: , , , , |Sin comentarios