LA TIERRA TIENE SU RITMO

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LA TIERRA TIENE SU RITMO

El viñedo tiene su calendario

 

Pensar en el cultivo del vino es pensar automáticamente en la vendimia. Esas imágenes bucólicas con los rayos del sol entrando entre las uvas se guardan para siempre en la retina. Hombres y mujeres cargando alegremente  sus cestos repletos de racimos y fiesta. Mucha fiesta para bendecir a San Baco y su generosa cosecha.

Esto probablemente solo pase en las películas, y aunque la vendimia es un tiempo de celebración, el llegar a ese momento conlleva a sus espaldas muchos otros trabajos que, aún estando en la sombra, son igual de necesarios para conseguir un vino de calidad. El esfuerzo tiene un precio.

PREPARAR Y NUTRIR LA TIERRA TRAS LA VENDIMIA

Nada más terminar la vendimia la vid ya necesita de cuidados después del esfuerzo que ha hecho para dar sus frutos. Está agotada, y en breve comienza a bajar la temperatura, hay heladas y la planta necesita estar preparada para el parón invernal, la temporada que le permite hacer acopio de todas sus energías y así volver a resurgir en la primavera.

Es necesario abonar la tierra, cavar, oxigenar y quitar las malas hierbas, porque como bicho malo nunca muere, éstas siguen creciendo aunque caigan chuzos de punta y la tierra se congele. 

Y muchos os preguntaréis porqué es fundamental quitar las malas hierbas, que igual se pueden convivir en grata compañía. Pues no, le quitan nutrientes y además atraen plagas. Una de ellas es el temido mildiu, unos hongos que proliferan con el frío y que debilitan la vid.

Una vez limpiada la tierra, se cortan los sarmientos grandes y leñosos, y se vuelve a cavar para que el oxígeno entre y le dé el “chute” energético  necesario para pasar el invierno.

PODAR, SIEMPRE DE FORMA MANUAL

Precisamente en esos meses de invierno, especialmente en diciembre como la planta está hibernando y la savia está aletargada, es el momento perfecto para darle una buena poda. La poda en el viñedo debe ser siempre manual y con mucho mimo, ya que este proceso es fundamental para la calidad que tendrá el producto.

La poda sirve para sanear la planta, pero también para otras cosas. Las viñas se podan para limitar en número de ramas, y es que toda persona que se dedique a este mundo sabrá que cuantas menos ramas haya más concentra la vid sus energías para producir frutos de mayor calidad y tamaño.

ATAR, UN PASO FUNDAMENTAL

En algunos casos, igual de importante que una buena poda es saber conducir bien la vid. ¿Por qué es bueno atar las vides? Además de sostenerse sin problema, el hecho de estar atadas las protege de los efectos del viento y de la manipulación de los viticultores durante las tareas del campo.

LA CAVA DE LA PRIMAVERA Y LA RESIEMBRA

Un viñedo es un jardín. Tras el letargo invernal la vid despierta y con ella las malditas malas hierbas. Para darle alegría, al principio de la primavera se vuelve a cavar la tierra y a esperar que salgan los primeros pámpanos.  También es el momento para plantar nuevas vides, se reparan las espalderas y se encomienda uno al gran Dionisio para que las impertinentes heladas de la primavera no dañen demasiado a los pequeños brotes que se van abriendo paso.

LA VENDIMIA EN VERDE

Dependiendo de las zonas, entre los meses de abril y  julio el trabajo en el campo no descansa. Las vides florecen, se emparran los sarmientos que han nacido nuevos, se vuelve a cavar y a limpiar la tierra por enésima vez y, si la cosecha viene muy copiosa, se hace la vendimia en verde, quitando racimos jóvenes para que el rendimiento de los demás sea más fructífero. 

 

 

Dosis de paciencia, y mucho mirar al cielo hasta que se pueda cerrar el ciclo un año más. Llega la vendimia, y con ella la expectación de si las uvas son de calidad, las cuales se convertirán en las madres de nuestros ansiados vinos.

Por | 2020-04-27T14:55:41+00:00 abril 27th, 2020|Categorías: Mundo Vino|Etiquetas: , , , , , , |Sin comentarios