Envejecer el vino

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Envejecer el vino

Otras técnicas y formas.

Es uno de esos factores que condiciona la producción. Hay mil maneras diferentes de envejecer el vino aunque, igual que los Diez Mandamientos, todos se encierran en dos: crianza oxidativa en barrica y reductora en botella.

Envejecer el vino

Conviene recordar que en general la crianza y el envejecimiento del vino se hace, normalmente, según dos fórmulas claras y establecidas. La crianza oxidativa se lleva a cabo en barricas cuya madera aporta elementos al vino pero, sobre todo, permite el contacto con un poco de oxígeno. Ambos elementos cambian la estructura del vino. La otra forma es la crianza reductora, en botella, con un escasísimo aporte de oxígeno del exterior y por tanto son sólo los elementos ya presentes en el vino los que reaccionan entre sí.

Envejecer el vino

Hay muchas otras fórmulas de envejecer el vino aunque una inmensa mayoría de los casos no dejan de ser curiosidades excéntricas que sólo sirven para que algunos ociosos pasen el rato mientras consideran que hacen algo importante. Sin embargo conviene saber algunas de las fórmulas utilizadas en lugares del mundo diferentes y a lo largo de los siglos para aprender sobre el noble arte de la crianza de vinos y del afán humano de crear algo especial que alegre el cuerpo y el alma.

Veamos algunas técnicas y maneras curiosas que se han utilizado, y se utilizan, para envejecer nuestra bebida favorita. Posiblemente, no sean las más académicas, pero tienen su impacto. De vez en cuando en la prensa encontramos noticias sobre técnicas y procedimiento realmente locos, como los que mandan whisky al espacio para que madure en condiciones de microgravedad o los que meten un trozo de meteorito en la barrica para que potencie su sabor.

Envejecer el vino

En ánforas.

Es uno de los recursos más antiguos utilizados por la humanidad desde hace milenios y no sólo para el transporte sino también para la maduración. El barro proporciona unas condiciones de crianza muy diferentes a la madera y por tanto el resultado es completamente distinto. En zonas de Georgia, tierra de origen del vino, los campesinos siguen utilizando este método para sus bodegas particulares. Los barriles de hormigón son una evolución moderna de esta técnica arcaica.

 

Maduración caliente.

Otra de las fórmulas más tradicionales es la que se lleva a cabo en Madeira y se hace exponiendo al vino a temperaturas elevadas. La idea es crear un vino que aguante las altas temperaturas que se pueden dar en la isla y, sobre todo, durante los largos viajes en barco para exportarlo.