De vinos por Vigo

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De vinos por Vigo

Mar + vino = Vigo de bares , cálculo seguro y locales de moda.

Decir Vigo es hablar de mar y Galicia. Y si alguien menciona estas dos palabras mágicas la imaginación vuela inmediatamente a las míticas mariscadas gallegas que ocupan un lugar privilegiado en el inconsciente colectivo nacional. Hay mucho de verdad en ello aunque la historia se queda corta.

En Vigo hay marisco de primera pero también mucho más. Pescados y guisos demuestran el interés por una cuidada gastronomía. Un recorrido por sus bares y restaurantes es un peregrinaje místico que ríete tú del de los que van a Santiago. Aquí se celebra la vida junto a la ría. Hay barcos, olor a mar, y ganas de disfrutar. Tenemos que ir a Vigo.


De vinos por Vigo, Casa Marco

 

Casa Marco. Rúa de García Barbón, 123. Vigo. Tlf: 986 225 110

La idea fundacional de Casa Marco está muy clara: buen producto trabajado con el máximo cuidado. Con unas buenas verduras se prepara una buena parrillada de verduras. Si mezclas anchoas, bonito y pimientos del piquillo de calidad sale un plato de chuparse los dedos. Si al arroz le añades rape, vieiras o langostinos de primera sale un guiso triunfador. Pero a veces la tradición está para saltársela un poco y, con un poco de innovación, se consigue ese detalle curioso que sorprende. Como las carrilleras de ternera en salsa de vainilla. Con una ventaja añadida: siempre se dice que Casa Marco ofrece una relación calidad precio inmejorable.


De vinos por Vigo, Vinoteca El Yate

Vinoteca El Yate. Rúa do Regueiro, 8. Vigo. Tlf: 986 290 145

Sorprende, nada más entrar, y muy gratamente, ver la inmensa cantidad de botellas que permiten a El Yate ser considerada una vinoteca. Metros y metros de estantes repletos de una impresionante variedad de vinos de muy buena calidad. Y si cuidan la bodega está garantizada la cocina. Un lugar especial para deleitarse con una copa de cualquiera de las bodegas del grupo Faustino y con la tapa que acompaña siempre cada bebida. Para muchos es la mejor vinoteca de Vigo.


De vinos por Vigo, Mesón El Águila

El Águila. Rúa Perú, 2. Vigo. Tlf: 986 224 152

El Águila parece el típico sitio donde comer un menú del día bueno a un precio muy ajustado y que, por tanto, está muy frecuentado durante la semana. Esos días hay ajetreo, con los clientes habituales que trabajan en el barrio e, incluso, algunos que vienen de lejos porque vale la pena. Pero también ofrece mucho más, sobre todo los fines de semana. Es el momento de juntarse con unos amigos y disfrutar de un pulpo con patatas, unos calamares, unas croquetas o unos crujientes de queso. Ambiente de lujo para disfrutar de unos platos bien elaborados con una copa de buen vino. El Águila no falla..


De vinos por Vigo, A Chabola

A Chabola.  Camiño Cacharela, 38. Vigo.  Tlf: 986 453 148

Tal vez convenga explicar que en estas tierras las chabolas son las casetas en las que los marineros guardaban los aparejos de pesca. Ésta es la razón por la que este establecimiento, dedicado fundamentalmente a pescados y mariscos, tiene un nombre que puede chocar a los recién llegados.

A Chabola está al borde del mar, en la playa de Arealonga, y ofrece además de comida y bebida unas vistas espectaculares. Aquí casi todo está relacionado con el mar: cazuelas de pescado y marisco, arroces con rodaballo y setas, rape de negro… Un buen vino de Bodegas Faustino completa una comida para recordar.


De vinos por Vigo, Mesón Compostela

Mesón Compostela. Praza de Compostela, 6, Vigo. Tlf: 986 432 896

Este mesón toma su nombre de la plaza en la que se encuentra, muy cerca del puerto deportivo, que es un espacio estratégico en Vigo. Por eso mismo aquí la cocina huele a mar, y de aquí salen contundentes platos de merluza a la sidra, rape con salsa de almejas o rubio a la cazuela. Es de los lugares que recibe, en temporada, fieles que peregrinan en busca de lamprea rellena pero en cualquier momento se pueden venerar sus berberechos o el pulpo a feira. Y por si fuera poco, es un buen lugar para esa mariscada soñada o un arroz potente. Hay clientes que saben que su primera copa de Campillo es una manera de inaugurar una tarde de empanada y mejillones.