Todavía nos queda frío.
A 30 kilómetros de Granada capital y con unas vistas difíciles de igualar está el macizo montañoso de Sierra Nevada… aire puro, esquí y parque nacional, todo en uno… y además, un destino especial para salir a tapear y tomar unos vinos el fin de semana, que no hay que ser un forofo del esquí para disfrutar de una jornada intensa en este zona de la Cordillera Bética.
La oferta hostelera de Sierra Nevada es, cuando menos, amplia. Locales a pie de pista, a pie de carretera y en plena montaña. Menús para todos los gustos, y, por supuesto, cocina andaluza y buen tapeo para compartir.
Esta es nuestra selección de hoy para disfrutar de unos aperitivos de altura.
BAR SOLARIUM PEPE BOLLO
Plaza Pradollano, Sierra Nevada.
Aunque el nombre le venga por los bollos que sirven rellenos de casi todo lo imaginable, Pepe Bollo es famoso más por sus arroces y su comida mediterránea a pleno pie de pista de Sierra Nevada. Una buena paellita al sol después de una jornada de esquí resucita hasta al más magullado de los usuarios del forfait, y los asiduos lo saben.
Aunque cerveza la tiran con gran maestría, los vinos de Faustino dan prestigio a una bodega de vinos amplia y variada. Además, los desayunos son energéticos y de la tierra, a saber: tostas de jamón con huevos fritos, migas con morcilla y chorizo, y unos capuchinos que quitan el «sentío».
En Pepe Bollo se tapea bien, se come rápido y el servicio es bastante amable. Abren desde los desayunos hasta las cenas, y además, si lo prefieres, te preparan la comida para llevarla al apartamento y comerla tranquilamente en casa.
La carta, todo tipo de arroces, platos de cuchara, rabo de toro, garbanzos con bacalao y pulpo… y muchas, muchas hamburguesas y perritos que no paran de salir de cocina cuando desembarcan al mediodía la chiquillería de las pistas.
EL BISTRO
Pradollano, Sierra Nevada
El Bistro está en la zona baja de Sierra Nevada, a pocos kilómetros del telesilla. Entre plato y plato andaluz, cuelan en su carta especialidades francesas e italianas. Su fuerte son las pizzas, las fondues y las carnes a la piedra, todo muy montañero, y muy rico.
Las tapas también son estupendas, las patatas bravas, empanadas caseras… y la terraza con muchas mesas para no tener problema de overbooking. Y de postre, la tarta de queso y el café tienen fama en las pistas. Los vinos de Faustino Art Collection forman parte de la barra.
EL REFUGIO.
Virgen de las Nieves, 4, Sierra Nevada.
Otro de los locales para hacer una parada y tomar unos vinos en el Parque Nacional de Sierra Nevada. Las berenjenas a la miel de caña y las croquetas son las favoritas del aperitivo… Y qué tendrán los huevos rotos, que en cuanto los vemos en una carta nos tiramos a por ellos. Los del Refugio, además acompañados de foie y jamón, son un reconstituyente montañero de los buenos.
Para comer, su especialidad son los asados, las carnes a la piedra, las hamburguesas de buey y las pizzas y todo regado con buen vino y mejores cervezas.
LA TINAJA
Plaza de Pradollano, Sierra Nevada.
Una de las ofertas más demandadas de Monachil. Su carta también incluye opciones vegetarianas y sin gluten, un detalle. De entre todos sus platos destaca la ensalada de tomate con tataki de atún, el tomahawk steak, las pizzas y las hamburguesas de Angus.
También destaca por su carta de vinos, de las mejores de la Sierra, y el trato de los camareros loado en los mentideros del lugar.
