A la rica morcilla

//A la rica morcilla

A la rica morcilla

El vino realza su valor.

A la rica morcilla, tapa morcilla y vinoQuiero más una morcilla que en el asador reviente… Ya el mal encarado Góngora rendía su homenaje a este excelso producto de la gastronomía española en el Siglo de Oro. ¿Cómo no nos íbamos a rendir nosotros a esta delicia culinaria?.

La morcilla es uno de los productos más populares y que más alegrías dan en el recetario nacional. Sana, con mucho hierro y rica. ¿Qué más le podemos pedir?

La blood sausage de los ingleses adquiere su máxima expresión en la morcilla española, donde va a parar. En nuestro territorio pocos son los lugares en los que no tienen su propia morcilla y, por supuesto, y para ellos, la suya siempre es la mejor. Para nosotros todas valen… de arroz, de calabaza, choriceras. Cada una de ellas es una reina por derecho divino y además maridan divinamente con nuestros vinos.

 


1.- MORCILLA DE BURGOS

A la rica morcilla, morcilla vinoEs de rigor empezar por la más popular, la de Burgos. Esta morcilla conocida como la cardeña se hace con sangre, arroz, especias y un punto picante que hace difícil no querer más después del último bocado. De la morcilla de Burgos se come hasta la piel, y es que frita, en rodajas y metida en bocadillo con un buen pan candeal es una de las delicias que más entonan el cuerpo cuando éste está maltrecho. Sí, la morcilla de Burgos definitivamente resucita un muerto!

Para acompañarla, nada mejor que un vino tinto de Bodegas Portia y ver como caen los copos de nieve en tierras burgalesas.


2.- MORCILLA IBÉRICA

A la rica morcilla, morcilla ibéricaLa ibérica es de las pocas morcillas que se pueden comer sin cocinar, y es que en realidad parece más un chorizo que una morcilla. Lleva sangre, carne y grasa de cerdo ibérico, el aliño que cada casa le quiera dar y muchas, muchas especias.

Es un buen snakc para servir en rodajas bien finitas y acompañada de un vino tinto de Marques de Vitoria Reserva es una buena manera de celebrar que la bodega cumple ya su 25 aniversario.


3.- MORCILLA DE ÚBEDA

La morcilla andaluza es quizá de las que más grasa lleva, pero también la más polivalente. Se hace con papada, panceta, tocino, sangre, ajo y especias. Una autentica delicia. En Úbeda, Jaén, concretamente la de La Loma, la preparan con un poco de arroz, no mucho, piñones… Se prepara en caldera y se sirve para untar.

La manera mejor para apreciar su peculiar sabor es acompañarla de los famosos ochíos, esos panecillos con pimentón y anís por los que los ubedíes casi matan. Una botellas del rosado de Condesa de de Leganza es un guiño de los manchegos a los vecinos andaluces.


4.- MORCILLA DE BEASAIN

A la rica morcilla, morcilla beasain¿La morcilla de Beasain? Uhmmm… una delicatesen entre el mundo de las morcillas… Y como todo producto delicado y sublime, su tratamiento debe ser igual de delicado.

Lo que la distingue es que el arroz se sustituye por puerro, lo que le da un sabor mucho más peculiar, y sobre todo la manera de preparación.

Se vaya a comer como se vaya a comer, hay que ponerla en agua fría y que vaya cociendo muy lentamente, aproximadamente durante una hora, dejarla en reposo y después ya se puede cocinar al gusto. Un pastel de puerros y morcilla es una de las maneras más originales de probarla, eso sí, siempre regada con un crianza de Campillo que aparece en la mnsa cuando la ocasión lo merece.


5.- MORCILLA DEL BIERZO

A la rica morcilla, morcilla bierzoEn el Bierzo todo es sabroso, y su morcilla no podía quedarse atrás. La morcilla del Bierzo solo lleva sangre y cebolla, y está exquisita.

Se come untada o en pasta, se la saca de la tripa y ya está dispuesta a hacer las delicias de los comensales. En León gustan de comerla en arroces, potajes o acompañada de manzanas asadas.